Ponente: Pilar Lacasta Reoyo, Profesora de Geografía de la Universidad Autónoma de Madrid
El ser humano, incluso el más urbanita, mantiene, a pesar de su cada vez más lejana relación con la naturaleza, un hilo sutil y atávico que le ata a ella y que se busca, cada vez con más ahínco, en farmacias naturistas, tiendas ecológicas, místicos hindúes, curanderos…
El crecimiento descontrolado de zonas urbanas produce importantes efectos secundarios en el medio ambiente, algunos muy evidentes, otros más sutiles que pasan inadvertidos pero que generan desequilibrios que finalmente influyen en la salud humana.
Cada actuación tiene consecuencias. Si se tuvieran en cuenta las pérdidas económicas producidas en el medio ambiente y la salud, seguramente no saldría tan rentable construir sin control.